Mensaje Urgente para España del 1 Mayo 2017 de la VDCJ (Verdadera Devoción al Corazón de Jesús). Dictados de Jesús a Marga.


Mensaje Urgente para España, 1 May 2017:

Ayer, día 1 de Mayo de 2017, festividad de San José Obrero, Margarita recibió el siguiente mensaje urgente para España, que a continuación reproducimos, y que Jesús ha pedido sea difundido todo lo posible.


Mensaje urgente para España. Especial para los Sacerdotes.

Jesús:


Aún estás a tiempo, España, de reponerte de todas tus abominaciones.
Aún estás a tiempo. Atiéndeme y oye el Mensaje que te envío por esta pequeña niña.
Quiero que los sacerdotes de España se arrodillen ante el Santísimo a rezar, insistentemente, decenas del Rosario por la Paz.
Una cruenta guerra civil os amenaza, nuevamente, desde el Norte.[1]
Rezad, orad y sacrificaos por vuestra amada Patria, España.
Siempre la espada de la guerra civil pende sobre vuestras cabezas.[2] Siempre, mi Amada Sierva, María, la ha evitado. Ahora no puede evitarla más porque no encuentra almas que oren y se sacrifiquen por vuestros hermanos en esta amada tierra de María, España. ¿Queréis ser vosotros de esas almas?
España es un experimento para otros países. Donde otros países se miran. Y donde el modelo implantado se quiere exportar a otras tierras.
Querida: Rosarios por la Paz. Decenas de Rosarios por la Paz.
Esto es lo que tienes que decirles de mi parte.
También que, dado que “a la Eucaristía cada vez se le da menos importancia”,[3] y ya estáis en el proceso de la Abominación, hagáis fuerza para detenerlo, allá donde podáis. Para ello: quiero la Comunión en la boca y de rodillas. Quiero esto.

Díselo a vuestros obispos. Has de decirlo.
Esto es para frenar la Abominación de la Desolación en vuestros Templos.
Quiero menos folklore y más oración devota y recogida.
No quiero que vengáis a mis Templos a festejar cómo me estáis profanando.
Quiero que vengáis a reparar vuestra profanación primero, y luego la de otros.
Vuestras parroquias se llenan de los fornicarios e impuros que no renuncian a su fornicación y a su impureza.
¡No es eso lo que ha dicho mi Papa Francisco! No le acuséis de tal.
Sed valientes, y aplicad la Ley del Señor vosotros mis Ministros, vosotros mis sacerdotes.
Mirad a costa de qué se llenan vuestros Templos, si es a costa de la Profanación.
Mirad si es a costa del folklore, y de tolerar la fornicación y la impureza.
Y sed valientes, y aplicad la Ley del Señor.
Las ovejas vuelven porque es una época de Gracias del Cielo para la tierra, ¡en manera abundante y en manera extraordinaria!, pero no vuelven para esto. Necesitan sabios y buenos, ¡santos! Pastores que les indiquen correctamente el camino. Sed valientes, y hacedlo.
Hay una cosa que hace derramar a mi Corazón lágrimas de Dolor, y es la espina más profunda que se encuentra clavada en Él ahora mismo, en vuestros días y en vuestra Patria: las vocaciones de los jóvenes. Los jóvenes sacerdotes. ¡Cuidadlas!
Los mayores[4] os encontráis cómodamente en vuestros puestos ya logrados “por antigüedad y por sabiduría”, y enviáis a los jóvenes sacerdotes a aquellos pueblos perdidos que se encuentran desperdigados por vuestro territorio español. Pequeños pueblos, antes poblados, hoy desertados, con pocas almas y muchas de ellas ya ancianas. Y no os importa lo que les suceda.
¿Por qué no vais vosotros? Esa vida de retiro os corresponde más a vosotros, al final de vuestras vidas, que a una vocación joven llena de vitalidad.
Tengo que ver cómo muchos de estos jóvenes desertan de sus vocaciones y de sus ministerios, abandonándolos. ¡Tengo que deciros que os pediré cuentas a vosotros del abandono de su vocación!
Y para ti, hijo pequeño,[5] óyeme: No es la soledad en lo que tienes que basarte para abandonar tu vocación. Porque te hayan dejado solo, no quiere decir que no la tengas. Acuérdate de tu discernimiento y de cómo mi Palabra (Boca) habló a tu corazón, y vive otra vez. ¡Revive! No todo está perdido. Yo te estoy esperando.
Únete. Reúnete con otros similares a ti, y busca una salida. Hablad a la Curia y proponed vuestras notas.
> Marga: Jesús mío, ¿de verdad me tengo que meter en este lío?

Amada mía: Sí. Yo lo quiero. El sacerdocio en España está a punto de desaparecer.
Por favor, amados míos:[6] no-casaros. La soledad que vosotros sentís no se palía con una mujer. Ése es el espejismo que os presenta la serpiente. ¡Muchos sacerdotes son tentados hoy en día por eso! ¡Orad por ellos! ¡Orad y sacrificaos!
La soledad que vosotros sentís, se palía Conmigo. Con una vida de piedad correcta y profunda. Haced eso, y reviviréis.
Vuestra vocación es de unión exclusiva a Mí, Creador de Todo. Dios y Señor. Pero también Hombre como vosotros y Esposo de vuestro corazón. Vivid una vida esponsal, Conmigo.
A eso es lo que estáis llamados. Toda la humanidad, pero vosotros en exclusiva, para ser ejemplo y modelo de la vida futura bienaventurada en el Cielo. Donde los hombres no os casaréis entre vosotros, sino que seréis unidos Conmigo, Dios Uno y Trino. Para siempre, para siempre, para siempre.
Dedicad, amados míos, por lo menos una hora diaria a la adoración en vuestras parroquias.[7] Id aumentando. Pero empezad por lo menos con esto.

Yo os Prometo que me encontraréis. Me “apareceré” a vosotros en vuestro corazón y podré colmaros. Pero tenéis que dejarme.[8] Sois esquivos. Dejadme. ¡Venid a Mí!

Venid hoy a Mí así, como estéis. No importa lo que hayáis sido. Confesaos y Yo borro todo. Borro todo. Borro todo.
Todo lo olvido.
(Jesús paró. No sé bien si es que me despisté yo o paró Él. Le dije:)
> Marga: Jolín, Jesús, qué has dicho, Hijo. ¡Madre Mía! (Lo siento, pero fue esto exactamente lo que dije).

(Jesús me mira, como sonriente y descansando del Apasionamiento con que ha dicho todo esto. Veo que estaba en frente de mí sentado, diciendo esto como para su lado derecho, Apasionado,  y cuando ha terminado, me ha mirado a  mí de frente sonriendo y se ha levantado).

¿Irás a decirlo?
> Marga: Sí.

Gracias, hija.
(Me coge la cabeza y me la besa).


Virgen:


No tengas miedo, amada hija. Tú sabes que es verdad. Dalo. Para eso te lo advierte.[9]

Si tú no lo das, te pediremos cuentas a ti del mal que pueda acaecer no darlo.[10]
Si lo das, te serán recompensadas con creces tus ansias al recibirlo y transmitir tu misión. Las almas que se salven por este medio, serán contadas entre tus méritos.
Hoy es un día sacerdotal, ¿sabes? Porque es “San José Obrero”, y porque es primero de mayo, Mi mes.
Y Yo tengo en el Corazón, como prioridad, mis sacerdotes.
Este Mensaje debe ser insertado en la página web vuestra, y ser difundido, para Gloria de muchos y en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
(Notaba que se iba y me daba pena)
Debes irte ya a tus otras obligaciones. Luego sigo, seguimos.
Tu primera parte de la oración del día, ha pasado.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
[1] Esto ya lo dijo hace tiempo, cuando gobernaba Aznar en España.
[2] Lleva mucho tiempo esta amenaza sobre nosotros.
[3] Frase dicha por la Virgen a las videntes de Garabandal en 1962.
[4] Los sacerdotes mayores.
[5] Se refiere a los sacerdotes jóvenes, destinados en sitios difíciles, solos.
[6] Se refiere a los sacerdotes, naturalmente.
[7] Oración personal del sacerdote. No mientras esté confesando o haciendo otra cosa.
[8] Dejarme actuar.
[9] Te lo advierte Jesús.
[10] Cfr. Ez 3,17ss.; 33,1ss.  


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Comentario del autor del blog:

La “guerra civil” de la que habla el mensaje, sí que se ve venir. Y uno de los bandos está formado por un conglomerado integrado por algunos partidos de izquierda (“Podemos” y el “Partido Comunista” –principalmente-), anarquistas (de la pataleta contra todo), los republicanos que quieren derrocar la monarquía, los impositores de la denominada “ideología de género”, los de ideologías anticristianas, los que están a favor del aborto, eutanasia o a favor de cualquier medio de transgresión o provocación en nombre de una “mal llamada libertad”, que es en realidad libertinaje y perversión sin freno ni límites.

Una muestra de ello, la hemos tenido precisamente en manifestaciones realizadas este 1 de Mayo en las ciudades españolas y también en otros países, donde se ha visto con claridad la mezcolanza de lo aquí expuesto.

El otro bando, el que procura un orden, formación cristiana, respeto a las tradiciones y al buen hacer, antaño con espíritu vivo y combatiente, ahora, de momento, parece dormido y enterrado.

En definitiva, diría que se puede definir como una guerra civil entre los partidarios o las fuerzas del mal y del bien, y esto en la calles se traducirá en una guerra de todos contra todos, pues los bandos no están separados geográficamente.

Fragmento del Libro “El Triunfo de la Inmaculada. Dictados de Jesús a Marga”. Mensaje de Jesús, 23 Sep 2010:

Escucha: Se levantarán aires de revolución y venganza en vuestra Patria. Tantos, que algunos creeréis morir por el dolor y algunos morirán por él.

La revolución, que empieza por vuestro interior, se expande hacia fuera de vosotros, creando un cerco de amor o de odio, según sea vuestro interior profundo.



Fragmento del Libro “El Triunfo de la Inmaculada. Dictados de Jesús a Marga”. Mensaje de la Virgen María, 12 Mar 2012:

La guerra civil no ha terminado. Continuáis pactando con Satanás. Por eso os vendrá el azote de la guerra. Las ideologías Comunistas siguen haciendo mecha en vuestra suelo.

> Marga: Pero, ¿qué tipo de guerra?

Civil. Guerra Civil. Hermano contra hermano. Después del Cataclismo.

(Es como un Gran Terremoto en España).

Muchos de los Templos serán cerrados. Por temor a los saqueos. La confusión será total.


Por otra parte, aunque personalmente, difundo este mensaje a través del blog que realizo www.profeciascambiodeera.blogspot.com , tengo sinceramente pocas esperanzas de que obedezcan (salvo intervención divina) y atiendan al contenido del mismo, pues hasta ahora –en esta sociedad de muertos vivientes-, no lo han hecho.

Se han desatendido sistemáticamente los llamados y peticiones del Cielo; en especial: la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María, la construcción de un Santuario en Garabandal, el llamado –que debían haber hecho y no han hecho los sacerdotes- a vestir con decoro en los templos, al silencio, a apagar los móviles, a recibir la Eucaristía previa confesión y a lo que nuevamente vuelve a pedir el Cielo: recibir la Comunión de rodillas y en la boca.

De hecho, son muchas veces los propios sacerdotes los que a menudo cometen a diario sacrilegios al impartir indebidamente la Eucaristía (sin seguir las especificaciones del Cielo) o en ocasiones haciendo un uso inadecuado, indebido y excesivo de los laicos de turno para dispensar la Comunión, cuando ésta sólo debiera impartirse por manos consagradas para este ministerio.

Con dolor y tristeza manifiesto que dudo que tras este nuevo llamamiento y mensaje de nuestro Señor Jesucristo y la Virgen María, los sacerdotes ahora digan ni hagan nada al respecto; pero ya es bien sabido que “todos rendiremos cuentas por nuestras acciones y omisiones”.

Marcial Franco B.
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Disertación de Luz de María del 3 de Mayo de 2017 sobre la forma de recibir la Eucaristía:

N. S. Jesucristo está vivo en la Eucaristía y debe ser recibido con signos de adoración


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En la Divina Voluntad: 


Queridos hermanos y hermanas, con este pequeño escrito quiero ayudar a que N. S. Jesucristo, Nuestro Dios y Señor, vivo en la Eucaristía sea recibido con todos los signos de adoración y amor que podamos darle, que siempre será poco y menos de lo que El se merece.



Lo primero, sin duda, es recibir a Dios libre de pecado mortal, como enseña San Pablo, “quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente…come y bebe su propia condenación” (1 Cor 11, 25-30). Y esto se hace mediante el Sacramento de la Confesión.



Pero aquí, yo quiero tratar de como la postura corporal, debe manifestar con signos externos la adoración que debemos a Nuestro Dios al recibirlo en la Sagrada Eucaristía.



Comienzo citando a Mons. Athanasius Schneider, Obispo experto en Patrística e Iglesia primitiva, quién ha escrito hermosamente:

“La manera en que los fieles reciban la Sagrada Comunión muestra si la Sagrada Comunión es para ellos no sólo la realidad más Sagrada, sino la más Amada y ven en ella a la Persona más Sagrada. La recepción del Cuerpo de Cristo exige, por tanto, fe profunda y pureza de corazón, y al mismo tiempo gestos inequívocos de adoración. Esta fue la característica constante de los Católicos de todas las edades, comenzando por los primeros Cristianos, desde los Cristianos en la época de la Padres de la Iglesia hasta los tiempos de nuestros abuelos y padres.  Incluso en los primeros siglos, cuando en algunos lugares la Sagrada Hostia era depositada por el sacerdote en la mano…había que purificar las manos antes y después del rito, y la mano estaba cubierta con un corporal, de donde se tomaba la forma directamente con la lengua: “Era más una comunión en la boca que en la mano”. De hecho, tras sumir la Sagrada Hostia el fiel debía recoger de la mano con la lengua cualquier mínima partícula consagrada. Un diácono supervisaba esta operación. Los fieles jamás tocaban el pan consagrado con los dedos.


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El Espíritu Santo guió a la Iglesia instruyéndola más profundamente sobre la manera de tratar la Santa Humanidad de Cristo en la Santa Comunión. La Iglesia Romana en el siglo VI distribuye la sagrada Hostia directamente en la boca, tal como se testifica en una obra del Papa Gregorio Magno”(cf. Dial., 3).

Incluso antes, San León Magno, Sumo Pontífice entre 440-461, en sus comentarios al sexto capítulo de San Juan, habla de la Comunión en la boca como del uso corriente: "Se recibe en la boca lo que se cree por la Fe". El Papa no habla como si estuviera introduciendo una novedad, sino como si fuera un hecho ya bien establecido.



En la Edad Media los fieles comenzaron a recibir el Cuerpo de Cristo de rodillas, en una expresión más clara exteriormente de adoración (cf. San Columbano, Regula coenobialis, 9).

San Francisco de Asís: (1182-1226) “Sólo ellos, (los sacerdotes), deben administrarlo, y no otros.” (Carta 2ª, a todos los fieles, 35).



Por tanto, la actual práctica de la comunión en la mano es algo “completamente nuevo” tras el Concilio Vaticano II y no hunde sus raíces en los tiempos de los primeros cristianos, como se ha sostenido con frecuencia.

Monseñor Schneider enseña como la práctica que hoy conocemos de la comunión en la mano nació en el siglo XVII entre los calvinistas, que no creían en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. “Ni Lutero”, que sí creía en ella aunque no en la transustanciación, “no lo habría hecho”, dijo Mons.Schneider: “De hecho, hasta hace relativamente poco los luteranos comulgaban de rodillas y en la boca, y todavía hoy algunos lo hacen así en los países escandinavos”.

En nuestros tiempos, y ya pasaron 40 años, hay una profunda herida en el Cuerpo Místico de Cristo. Esta profunda herida es la práctica moderna de la comunión en la mano, una práctica que difiere esencialmente del rito análogo de los primeros siglos, como se ha descrito anteriormente. Este práctica moderna es la herida más profunda del Cuerpo místico de Cristo, porque se dan en ella las siguientes cuatro deplorables manifestaciones:



1.    Un minimalismo sorprendente en los gestos de adoración y reverencia. En general, en la práctica moderna de la Comunión en la mano hay casi una ausencia de todo signo de adoración.

2.    Un gesto igual a como uno trata a los alimentos comunes, es decir: recoger con los propios dedos la Sagrada Hostia en la palma de la mano izquierda y llevarla uno mismo a la boca. La práctica habitual de tal gesto provoca en un no pequeño número de fieles, y sobre todo en niños y adolescentes, la percepción de que en la Sagrada Hostia no está presente la Divina Persona de Cristo, sino más bien un símbolo religioso, puesto que tratan la Sagrada Hostia exteriormente de igual manera como tratan un alimento común: tocándolo con sus propios dedos y poniendo la comida con los dedos en la propia boca.

3.    La pérdida de numerosos fragmentos de la Santísima Hostia: a menudo caen pequeños fragmentos en el espacio entre el ministro y el comulgante por falta de uso de la bandeja de la Comunión. A menudo, quedan fragmentos de la Sagrada Hostia en la palma y en los dedos de la persona que recibe la comunión y luego se caen. A menudo estos numerosos fragmentos caen al suelo donde son pisoteados por la gente sin darse cuenta siquiera de los fragmentos.

·      Y está dogmáticamente definido en el Concilio de Trento que en cada partícula de la Sagrada Hostia está Jesucristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.

·      Por tanto, si una partícula por minúscula que sea, cae al suelo es exactamente igual que si cayera la Hostia entera, por tanto, es Jesucristo, nuestro Dios, Quién cae al suelo.

·      Por lo que si pisamos esas partículas ESTAMOS PISANDO A JESUCRISTO. Y lo estamos haciendo por nuestra culpa, colaboración o complicidad, no por un accidente incontrolado.

4.    El robo cada vez mayor de las Sagradas Hostias, puesto que la forma de recibirla directamente con la propia mano facilita enormemente el robo.

No hay nada en la Iglesia y en esta tierra, que sea tan Sagrado, tan Divino, tan Vivo y tan Personal como la Santa Comunión, ya que es el mismo Señor Eucarístico. Y tales cuatros cosas deplorables suceden con Él.



Veamos lo que han dicho importantes santos:

- Beato Pablo VI en su carta a los Obispos de 1968: “El pueblo mal preparado y poco instruido recibiendo el pan eucarístico en la mano ¿no terminará por equipararlo al pan ordinario o al pan simplemente bendito?”

- San Pío X en su catecismo del año 1905, "Cuando se recibe la Comunión es necesario estar arrodillado, tener la cabeza ligeramente humillada, los ojos modestamente vueltos hacia la Sagrada Hostia, la boca suficientemente abierta y la lengua un poco fuera de la boca reposando sobre el labio inferior".

- Santa Teresa de Calcuta: “...el peor mal de nuestro tiempo es la Comunión en la mano” (The Wanderer, 23 de marzo de 1982).

- A San Juan Pablo II en una entrevista en noviembre de 1980, se le preguntó: “¿Cuál es su opinión sobre la comunión en la mano? A lo que el Papa respondió: “Hay una carta apostólica sobre un permiso especial válido para esto. Pero yo le digo a Ud. que no estoy a favor de esta práctica, ni tampoco la recomiendo. El permiso fue otorgado debido a la insistencia de algunos obispos diocesanos” (Entrevista revista Stimme des glaubens, Fulda, Alemania, 1980).

- Y Santo Tomás de Aquino enseña:

“La administración del Cuerpo de Cristo corresponde al sacerdote por tres razones:

Primera, porque él consagra en la persona de Cristo. Pero como Cristo consagró Su Cuerpo en la Ultima Cena, así también El lo dió a otros para ser compartido con ellos. En consecuencia, como la consagración del Cuerpo de Cristo corresponde al sacerdote, igualmente su distribución corresponde a él.

Segunda, porque el sacerdote es el intermediario designado entre Dios y el pueblo, por lo tanto corresponde a él ofrecer los dones del pueblo a Dios. Así, corresponde a él distribuir al pueblo los dones consagrados.

Tercera, porque por reverencia a este Sacramento, nada lo toca sino lo que está consagrado, ya que el corporal y el cáliz están consagrados, e igualmente las manos del sacerdote para tocar este Sacramento. Por lo tanto, no es lícito para nadie más tocarlo, excepto por necesidad, por ejemplo si hubiera caído en tierra o también el algún otro caso de urgencia.”(Summa Teológica, III, Q. 82, Art. 13)

Es decir, se falta a la reverencia debida a este Sacramento, cuando lo tocan manos que no están consagradas; doctrina que fue luego confirmada por S.S. Juan Pablo II en su Carta “Domenica Cenæ”, de 24 de febrero de 1980, el Papa dice: “El tocar las Sagradas Especies y su distribución con las propias manos, es un privilegio de los ordenados”. Y para que nadie interpretase de otra forma estas palabras, tres meses después, ante las cámaras de la televisión francesa, negaba la Comunión en la mano a la esposa del primer ministro Giscard d’Estaing. En la Instrucción “Inestimabile Donum” del mismo año, el Papa reitera: “No se admite que los fieles tomen por sí mismos (autocomunión) el pan consagrado y el cáliz sagrado, y mucho menos que se lo hagan pasar de uno a otro”.

 

Es un principio psicológico “que uno terminará pensando según uno obra”.

Si yo tomo el Sagrado Cuerpo del Señor con mis manos, del mismo modo como tomo con mis manos el alimento común y corriente, poco a poco, terminaré pensando como actuó, perdiendo la fe y la adoración a Nuestro Dios viviente en la Sagrada Eucaristía, y lo miraré como un simple símbolo o recuerdo de Dios. Este es un principio psicológico, que los masones conocen perfectamente y que cuidadosamente han logrado introducirnos. Existen documentos que demuestran cómo la Masonería, desde el siglo XIX, ha tratado de conseguir que los Católicos comulgasen en la mano y de pie.



En Fátima, el Angel les da la comunión a los pastorcitos de rodillas y en la boca, y así siempre ha sucedido cuando la Sagrada Comunión ha sido dada a santos y videntes de modo milagroso.

Los Santos comulgaban de rodillas y en la boca, así lo hacía el Padre Pío cuando asistía a misa como oyente, así vemos a San Juan Pablo II con más de 80 años de edad y con dolorosa artritis en sus rodillas, recibiendo la Comunión del entonces Cardenal Ratzinger.


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Y actualmente, Nuestro Señor Jesucristo y la Stma. Virgen en muchas revelaciones privadas están pidiendo con suma urgencia, la comunión en la boca y de rodillas.

En las revelaciones a la Venerable María de Jesús de Agreda, aprobadas por la Iglesia, se relata cómo fue la primera Misa de los Apóstoles:

“Luego san Pedro consagró el cáliz y con el sagrado cuerpo y sangre hizo las mismas ceremonias que nuestro salvador, levantándolos para que todos lo adorasen. Tras de esto se comulgó el apóstol a sí mismo y luego los once apóstoles, como María Santísima se lo había prevenido. Y luego por mano de San Pedro comulgó la divina Madre” (Mística Ciudad de Dios). Cuando la mística Sor María de Jesús escribió esto en el año 1665, todos en la Iglesia comulgaban en la boca y de rodillas. Todo el mundo a la hora de leer estas revelaciones las entendió en el único sentido que tenían entonces, a saber, de que la Stma. Virgen María comulgó en la boca y de rodillas de mano de San Pedro; pues si la mística Sor María de Jesús hubiese observado alguna circunstancia diferente, como sería comulgar en la mano o de pie, la hubiese señalado a todas luces.

La consecuencia, por tanto, es clara: si la Virgen, siendo Madre de Dios, comulgó en la boca y de rodillas por mano de San Pedro y no se comulgó a sí misma como los apóstoles, ¿qué debería hacer yo, si soy laico, sin manos consagradas?, ¿O es que me creó más que la Madre de Dios?



Podemos resumir en 3 los motivos por los que Dios y la Stma. Virgen piden recibir la Sagrada Comunión en la boca, de rodillas:

1.    Para darle a Nuestro Dios y Señor, toda la adoración, gratitud y reverencia que se merece, como Nuestro Creador y Salvador, recibiendolo con todo el amor, fe y humildad posibles. El sacerdote, aunque indigno, tiene sus manos consagradas a Dios, y “como la consagración del Cuerpo de Cristo corresponde al sacerdote, igualmente su distribución corresponde a él”(Santo Tomás de Aquino).

2.    Para evitar que queden partículas del Sagrado Cuerpo de Cristo en la palma y en los dedos de la persona que recibe la comunión y luego terminen pisoteados. Por eso en la instrucción Redemptionis Sacramentum del año 2004, bajo San Juan Pablo II, se manda la bandeja para la Comunión de los fieles se debe mantener, para evitar el peligro de que caiga la hostia sagrada o algún fragmento” (n. 93).

3.    Para evitar el riesgo de robo del Sagrado Cuerpo de Cristo, que es mucho más fácil recibiendolo en la mano, y la posterior profanación, con el exponencial crecimiento de sectas satánicas. Por eso en la instrucción Redemptionis Sacramentum del año 2004, se manda al sacerdote celebrante, “si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la Comunión en la mano” (n.92). 



En la Divina Voluntad, rezo para que estas palabras nos ayuden a inflamar nuestros corazones de amor por Nuestro Señor Jesucristo viviente en la Sagrada Eucaristía, y que lo recibamos con toda la adoración, amor, fe y humildad que se merece.

Y entonces en la hora de nuestra muerte, cuando tengamos que dar cuentas a Dios de cómo lo recibimos en cada comunión en nuestras vidas, que alegría será saber, que jamás Nuestro Señor terminó pisoteado por nuestra falta de amor y fe al recibirlo en la Sagrada Eucaristía, y podremos recibir la recompensa eterna.

 

Stma. Virgen María, Madre de Nuestro Señor en la Sagrada Eucaristía, su Primer Sagrario, en la Divina Voluntad, aumenta nuestra adoración, gratitud, amor, fe y humildad con que recibimos a Tú Amado Hijo, Jesucristo, Nuestro Dios y Señor.

Amén.





Fiesta de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, 3 de Mayo 2017