Implementar la estrategia en la Iglesia


14 Febrero de 2018



Aunque ahora estemos profundamente consternados por los últimos acontecimientos que tanto nos afectan y duelen, pues intencional y premeditadamente han procurado ofendernos y mofarse de lo que para nosotros es lo más Sagrado, tal y como ha vuelto a ocurrir con la gala drag del carnaval de este año, es preciso que manifieste lo siguiente:



La Iglesia en Canarias sigue mirando hacia todas partes menos hacia donde debe mirar. Continúan empeñados en regirse por sí mismos sin identificar ni reconocer la voz de Dios a través de Sus profetas; y como consecuencia, no se llevan a cabo los pedidos del Cielo.



Todo esto que está ocurriendo, éstos ataques en contra de la Iglesia, los advertí con antelación en diversas ocasiones; y no porque tenga un oráculo ni una visión sobrenatural me permitiera vislumbrar dichos acontecimientos, sino simplemente porque el Señor nos lo estaba profetizando mediante Su Palabra a través de Sus auténticos mensajeros, como los contenidos en el blog que realizo: www.profeciascambiodeera.blogspot.com




Ahora, lloverán comentarios, críticas y lamentaciones desde muy diversos frentes; y me pregunto: ¿la Iglesia seguirá sin mirar hacia donde realmente debe y continuará sin escuchar los dictados del Cielo y sin llevarlos a cabo? ¿Creen que a los que ocupamos nuestro día a día en estos menesteres nos ha dado una pedrada en la cabeza y realizamos esta labor gratuitamente –porque nos gusta que nos desacrediten y menosprecien- como una actividad extraviada más, de entre tantas que hay?



No, queridos míos, ¡no! A veces pienso que aunque el Señor bajara y hablara personalmente con algunos de ustedes, seguirían sin reconocerlo; quizás sólo “al partir el pan”. Pues el pan se está partiendo y repartiendo ahora; y no me refiero al pan condenatorio de la Última Cena en la ridícula gala carnavalera, sino a la porción que a cada uno de nosotros corresponde realizar, siempre que individualmente se acepte el cometido.



Parece que estemos anquilosados en unas prácticas externas que repetimos sistemáticamente, sin cambios en el interior. Así funcionamos los cristianos. Los que decidieron por comodidad hace tiempo rechazar la voz de los profetas, siguen igual. No han visto, ni ven, ni verán, porque así lo determinaron, y no faltará un falso argumento o pretexto para autojustificar este rechazo; en realidad, es un autoengaño consciente. Es más doloroso para el Cielo cuando esto sucede dentro del Cuerpo Místico, especialmente, cuando los que no ven estas manifestaciones extraordinarias, son los encargados de pastorear al rebaño.



Prácticamente, ninguna de las propuestas para fusionarnos al deseo de Dios ha sido implementada: ni el llamar la atención sobre la vestimenta adecuada para entrar en los templos, ni sobre el silencio a guardar -al menos un cartel en la entrada que advierta a este respecto-; ni difundir Sus mensajes; ni siquiera la importante previa recomendación verbal del sacerdote para que los fieles reciban la Eucaristía como expresamente lo pide el Señor: procurar estar en estado de Gracia, y recibirla en la boca, y a ser posible, de rodillas; pero esto último ante tanta desidia, parece una utopía. (...Ir a leer “Cómo impartir y recibir la Eucaristía”).



Tampoco se consagró a Rusia antes del 13 de mayo de 2017, cuando se cumplía el 100 aniversario de las apariciones en Cova de Iría (Portugal). Ni se procura impulsar la construcción del Santuario en Garabandal y cumplir con el deseo –también expreso- del Cielo. Creo que más de uno, ni firma la propuesta que circula al respecto, no sea que se pueda ver implicado en algo que le pueda resultar contraproducente. ¿De qué tienen miedo? ¿De intentar cumplir con el deseo del Señor –y de ser identificados por ello-? ¿O piensan que como no ha sido una petición del Papa, están exentos?



¿Dónde están los esfuerzos por parte de la Iglesia para organizar y coordinar entre las parroquias y asociaciones civiles –sin ánimo de protagonismos- manifestaciones y actuaciones en pro de la familia, en contra del aborto; para evitar y no tolerar las profanaciones, así como para oponerse a la “imposición de la ideología de género”?



¿Hasta dónde han llegado nuestras acciones para evitar que nuestras instituciones públicas, en especial, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria nos continúe perjudicando, profane o dificulte la celebración de las Misas? ¿Qué han hecho a este respecto? ¡Ya sé que no es cómodo! Pero en realidad se ha hecho poco o prácticamente nada; alguna reunión aislada o escrito –con personas como éstas-, no es suficiente. Y es por esto que casi literalmente “se nos mean encima”; y así ocurrió hace 4 días, el día del carnaval infantil.



Las reiteradas advertencias de que llegaríamos a este punto y que debíamos movilizarnos y prepararnos, no fueron oídas.



Y cuando uno les dice que somos como “muertos vivientes”, hay quien parece ofenderse. Y aunque es evidente que la vida sacerdotal no ha sido ni es fácil, y que has entregado tu vida día tras día a servir a Dios y al prójimo; que probablemente te sientas mayor y cansado ¿no ves que estamos en unos tiempos muy particulares y que lo que se te está pidiendo no está fuera de tu alcance? No puedes limitarte solamente a celebrar la Santa Misa y a predicar a los fieles que a ella acudan, de la misma forma que has venido celebrando todos estos años. ¡Advierte –dentro y fuera del púlpito-, aconseja sobre estos temas concretos que el mismo Dios te está indicando! Nada de lo que se te pide está fuera de tu alcance o posibilidades, ni requiere un esfuerzo excepcional.



Queridos Ministros de Cristo: la recompensa está cerca. Pero sean conscientes del momento crucial de la historia que nos ha tocado vivir; y a pesar de lo pueda parecer, por lo complicada de la situación, es un “momento privilegiado” que precisa de una actuación a la altura de las circunstancias, pues la omisión también acarrea serias consecuencias, especialmente ahora. Les insistí en que la estrategia a seguir no era mantenernos agazapados a ver si escapábamos de lo que se nos venía y viene encima, porque así no escaparemos; la estrategia es presentar un frente de batalla, un ejército del bien –no importa que muchos de sus integrantes sean ancianos-; y luchar con las armas de Dios, diciendo lo que haya que decir y haciendo lo que haya que hacer.



Prefiero parecer repetitivo o un supuesto “iluminado” –en el sentido peyorativo de la palabra-, pues sé que así algunos me consideran y descartan, aunque no todos -gracias a Dios-, que callarme y pecar de la citada omisión, pues los acontecimientos no están tan determinados; y sabemos, que rendiremos cuentas individualmente de nuestras acciones. Se nos brinda una ocasión única; la oportunidad de obtener los beneficios asociados a los “Apóstoles de los Últimos Tiempos”.



Además, en realidad, ni es necesario creer en los profetas para darse cuenta de que buena parte de estas peticiones realizadas por nuestro Señor Jesucristo o por nuestra Madre, la Virgen María, son tan razonables, que debieran ser cumplidas de oficio, sin necesidad de petición expresa. ¡No procede ahora una actitud derrotista, sino todo lo contrario! Recordemos también que el Cielo nos acompañará en estas batallas si nos disponemos a procurar acatar e implementar la Voluntad Divina.



Marcial Franco B.